Lentes antiluz azul
Muchas personas informan beneficios subjetivos del uso de lentes bloqueadoras de luz azul, especialmente para reducir la fatiga visual digital y mejorar la calidad del sueño. Sin embargo, la investigación científica aún está en curso y los estudios no siempre coinciden en la eficacia específica de estas lentes para reducir el daño ocular a largo plazo.
Por tanto, pueden resultar útiles para aliviar la fatiga digital, aunque no sustituyen otras prácticas de salud ocular, como hacer descansos regulares y mantener una iluminación adecuada.
Sin embargo, muchas lentes modernas utilizan un filtro específico que es menos visible para el ojo humano, lo que limita la intensidad de la coloración. Esto es posible gracias a tratamientos antirreflectantes avanzados, que bloquean selectivamente determinadas longitudes de onda de luz azul sin alterar demasiado los colores percibidos. Los modelos con tonos más fuertes, como las lentes ámbar, en realidad bloquean más la luz azul, lo que los hace ideales para situaciones de alta exposición, pero para el uso diario, se prefieren lentes más claros para preservar la fidelidad del color.
Las lentes que bloquean completamente la luz azul se utilizan mayormente en contextos específicos, como algunas gafas para quienes trabajan de noche o para actividades que requieren un filtrado completo de la luz azul. Para el uso diario, sin embargo, sería demasiado exigente visualmente, ya que un bloque total alteraría la percepción del color, haciendo que todo tuviera un tono decididamente más amarillo.
En la práctica, bloquear solo una parte de la luz azul puede ayudar a reducir los síntomas de fatiga visual sin afectar la calidad de la visión ni la percepción del color. Esta es una de las razones por las que muchos lentes bloqueadores de luz azul de uso diario optan por bloquear solo parcialmente la luz azul, en lugar de eliminarla por completo.